domingo, 1 de mayo de 2016

ESTRATEGIAS


Las estrategias más comunes para tratar con niños pobres y de la calle son:



  • Concebir al niño como un enfermo e incapaz, por lo que desconocen toda capacidad de reflexión y acción de éste y enfatizan únicamente su "anomalía". Lo grave es que no se determinan los criterios de evaluación y procedimiento para determinar tal incapacidad.
  • No hacer distinciones entre los niños y los problemas específicos que presentan, asumiendo que todos requieren del mismo tipo de intervención.
  • Tender a "criminalizar" o "penalizar" la vida en la calle.
  • Situar al niño como materia "dañada" y al adulto redentor como poseedor de la salud y bienestar. Esta situación genera graves estragos en el autoestima del niño, dejándolo en una situación de dependencia.


  • Normalmente el niño aprende rápidamente a "decir lo que el adulto quiere escuchar" para obtener la posibilidad de escapar.
  • Colocan el problema "dentro del niño" sin tomar en cuenta los diversos factores externos que influyen.
  • Construyen un "mundo falso" para el niño dentro de la institución, sin brindarle la oportunidad de relacionarse con su entorno.
  • Al ubicar el problema únicamente como interno presupone dos posibilidades: el niño deja la institución y se encuentra inhabilitado para desarrollarse adecuadamente o bien, el niño requiere de una institucionalización indefinida.
  • Califican de nocivo la totalidad del ambiente del niño: familia, comunidad, etc. por lo que busca alejarlo y desvincularlo de él.

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